Cortesía de Redacción Consultora social
El año pasado, por recomendación de una colega, conocimos a una empresa de tecnología con presencia en diferentes países de Latinoamérica y Asia, y si bien entiendo la parte de telecomunicaciones debido a mi carrera de Matemáticas Aplicadas y Computación que ejercí por 13 años, nos intrigó un poco la recomendación, ya que Consultora Social tiene la finalidad de impactar en el desarrollo de las comunidades de América Latina, pero fue donde nos dimos cuenta de la importancia de escuchar nuestras raíces.
El dueño de dicha empresa tecnológica es de padres chiapanecos. En México, Chiapas es el estado de la República con mayor carencia y vulnerabilidad, lo que se traduce en pobreza no solo económica, educativa, en servicios; lo que se denomina pobreza multidimensional, y él, analizando éste panorama quería hacer un cambio en la comunidad.
Como tradición familiar han cosechado café por generaciones, ya que el café de Chiapas es uno de los más reconocidos y valorados del mundo, por lo que adquirió una finca. Conocen perfectamente cómo sacar el mejor provecho a sus tierras para generar un buen producto competitivo a nivel mundial, que incluso ha ganado varios reconocimientos, sin embargo, también conocen las problemáticas que, desafortunadamente, las personas de la comunidad enfrentan, y saben que el no contribuir a resolverlas afecta también a su negocio.
Como consultores tenemos el expertise para hacer diagnósticos situacionales o comunitarios, donde, a través de instrumentos y metodologías identificamos cuáles son los problemas a resolver, la magnitud y los recursos disponibles para hacerlo. Si bien Chiapas es un estado con muchas carencias, también está repleto de belleza, riqueza cultural y natural, y todo eso lo confirmamos al llegar a la comunidad para poder realizar dicho diagnóstico.
Dentro de los problemas que identificamos estuvieron:
• El pago que recibían los jornaleros en toda la zona, que no correspondía con el salario mínimo estipulado en por la CONASAMI (Comisión Nacional de Salario Mínimo) por la actividad que realizan y su ubicación geográfica.
• La edad de los trabajadores, siendo niños, niñas y adolescentes que ante la pobreza en su hogar y la imposibilidad de seguir estudiando buscan ganar algo de ingresos.
• Por ende, el acceso a la educación. Muchos y muchas no terminan ni el nivel básico.
• Las condiciones laborales que no garantizan su seguridad ante algún accidente.
• Adolescentes que viven en las condiciones antes mencionadas, que empiezan a conformar su propia familia en medio de la carencia.
Si bien el dueño de la finca entiende que las problemáticas son muchas y no está en sus manos resolverlas todas, si sabe que el ayudar a sus trabajadores hará un cambio en sus vidas, mejorará la calidad de sus trabajo, el administrador enfrentará menos problemas de rotación de personal y la calidad de su producto no estará en juego, además de que tiene un gran deseo de contribuir a la comunidad de donde su familia es originaria, para mejorar la calidad de vida de las personas.
Entonces nos pusimos manos a la obra. Como consultoría alineamos los objetivos, metas y deseos de nuestros clientes con las posibilidades y recursos que tengan disponibles, y así armar una ruta óptima para generar el impacto necesario; por lo que, a partir de la identificación de problemáticas, las jerarquizamos y empatamos con los recursos y posibilidades existentes.
Las metodologías participativas, de diseño basado en el usuario y la aplicación de los Objetivos de la Agenda 2030, dio como resultado el diseño de una fundación, apoyada por su empresa tecnológica, en pro de disminuir los niveles de pobreza de comunidades indígenas, mejorando su calidad de vida a través de programas alineados con los objetivos estratégicos, además de que nos dimos cuenta de la gran oportunidad de diseñar un modelo productivo agroecológico, que respeta y reconstruye los recursos naturales de la zona que impulsa el desarrollo de capacidades técnicas en los jornaleros como valor agregado.
Muchos fueron los descubrimientos, los aprendizajes y sobre todo los resultados que darán frutos próximamente, y todo se logró a partir de la conciencia y el interés de las personas por fomentar un impacto positivo en su entorno, y el involucramiento de la comunidad misma de mejorar sus vidas.
Sabemos que las necesidades de cada comunidad, sector de la población o territorio, son muy diferentes, ya que depende de su contexto, pero ante los retos que enfrenta nuestra región sabemos que todas y cada una son igual de valiosas y es importante trabajar para revertirlas, y el tomar conciencia de ellas y las posibilidades propias es determinante para ello.
Cuando hablamos de comunidad nos referimos a diferentes grupos como por ejemplo: los colaboradores de tu empresa, la población en donde se ubica tu industria, la zona geográfica de tus clientes, vaya, que no tenemos que irnos a buscar una comunidad a kilómetros, incluso puede ser la comunidad en donde vives, en donde creciste, y todas, tendrán una dolencia o carencia.
En Consultora Social, somos muy afortunados de poder conocer en terreno dichas comunidades, escuchar a la gente, sus preocupaciones y anhelos, ver cómo se involucran y se co-responsabilizan de los resultados, de cómo se empoderan para transformar su realidad; y por eso te queremos invitar el día de hoy a que observes tu entorno y te preguntes “qué está en mis manos para mejorarlo”, te darás cuenta de que hay muchas cosas que están a tu alcance, y que quizá, te estés adelantando en resolver una problemática que el día de mañana puede afectar a tu empresa o negocio.
Consultora social puede ser tu aliado a lo largo de este camino de descubrimiento y aprendizaje.
Cynthia Aguilar
Consultora social, Directora
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